Estudiar Taiwán desde su propia perspectiva: por qué importa

Sobre el libro Taiwan Lives: A Social and Political History, de Niki J. P. Alsford, publicado por University of Washington Press en 2024.

Niki Alsford
Taipéi de noche con la torre Taipei 101 y edificios iluminados. Un paisaje urbano que refleja el crecimiento de la ciudad y el avance tecnológico. Foto de Timo Volz.

Taiwán es una democracia vibrante, una potencia económica y una sociedad culturalmente rica con profundas raíces históricas (Rigger, 2011). Sin embargo, el estudio de Taiwán a menudo se ha visto filtrado por perspectivas externas, ya sean chinas, japonesas u occidentales, en lugar de abordarse desde la propia Taiwán.

La aparición de un nacionalismo cívico, en contraposición al nacionalismo étnico, resalta la identidad única de Taiwán dentro del orden global.

Esto tiene profundas consecuencias en el discurso académico, la formulación de políticas y la conciencia global. Estudiar Taiwán en sus propios términos, en lugar de como un derivado de otra entidad, implica comprender su historia, identidad y trayectorias sociopolíticas únicas. Ignorar esta perspectiva no solo distorsiona la realidad de Taiwán, sino que también contribuye a malentendidos más amplios en las relaciones internacionales y en la dinámica regional.

La importancia histórica de una perspectiva centrada en Taiwán

La historia de Taiwán está marcada por encuentros coloniales, narrativas indígenas y una política de autodeterminación. Desde las empresas coloniales neerlandesas y españolas del siglo XVII hasta el dominio japonés (1895-1945) y el gobierno en el exilio del Kuomintang (KMT) en la posguerra, Taiwán ha estado bajo múltiples administraciones extranjeras.

Cover of the book Taiwan Lives: A Social and Political History

Cada uno de estos regímenes ha intentado imponer su propia versión de la historia y su desarrollo, marginando con frecuencia las voces locales en el proceso.

Una perspectiva centrada en Taiwán reconoce esta historia compleja y resiste las narrativas reduccionistas que presentan a Taiwán únicamente como una extensión periférica de China.

Como se destaca en mi reciente libro Taiwan Lives (University of Washington Press, 2024), el desarrollo de una conciencia taiwanesa distintiva, especialmente después del Incidente del 28 de febrero y el levantamiento de la ley marcial en 1987, demuestra la capacidad de la isla para autodeterminarse y construir su propia nación.

La aparición de un nacionalismo cívico, en contraposición al nacionalismo étnico, resalta aún más la identidad única de Taiwán dentro del orden global.

Identidad y política de la representación

Estudiar Taiwán desde dentro de Taiwán permite una comprensión más matizada de su identidad nacional. Las interpretaciones externas suelen imponer una dicotomía artificial entre la identidad «china» y la «taiwanesa», ignorando a las comunidades indígenas de la isla y su herencia austronesia.

A group of Indigenous Taiwanese people in traditional Austronesian attire, participating in the Amis Music Festival.
Un grupo de indígenas taiwaneses con atuendos austronesios tradicionales, participando en el Festival de Música Amis. Foto de HaeB (CC BY-SA).

La identidad de Taiwán no es simplemente una reacción a China; es una construcción dinámica moldeada por la agencia local, los patrones migratorios y las interacciones regionales.

Estudiar Taiwán en sus propios términos resalta cómo ha logrado consolidar su democracia a pesar de las presiones externas.

Si Taiwán sigue siendo estudiado únicamente desde una perspectiva sinocéntrica, aspectos clave de su identidad—como la diversidad lingüística y las narrativas poscoloniales—seguirán estando subrepresentados.

Como señala Taiwan Lives, el «nacionalismo de nuevo comienzo» del periodo de posguerra no fue una imitación de la construcción nacional occidental, sino una respuesta a las condiciones históricas únicas de Taiwán.

Su Beng’s Taiwan’s 400-Year History (1986) was one of the first works to challenge the idea that Taiwan’s identity must be exclusively Chinese, instead framing it within broader anti-colonial struggles.

Las implicaciones de ignorar un enfoque centrado en Taiwán

If Taiwan is continuously framed as a product of China, it affects how international bodies, such as the United Nations and the World Health Organisation, interact with it. As demonstrated by Taiwan’s exclusion from the WHO, global institutions often sideline Taiwan’s contributions because they fail to see it as a distinct entity.

Taiwanese flag flying in front of a contemporary glass building. A visual representation of Taiwan's sovereignty and international identity.
La bandera de Taiwán ondeando frente a un edificio contemporáneo de vidrio. Una representación visual de la soberanía y la identidad internacional de Taiwán. Foto de Sese_87 (CC BY-SA)

Esto no solo socava la capacidad de Taiwán para actuar en el ámbito internacional, sino que también dificulta la cooperación global en temas urgentes como la salud pública y el cambio climático. Del mismo modo, la evolución democrática de Taiwán suele pasarse por alto en debates que se centran únicamente en su relación con China.

La posición de los pueblos indígenas en la historia de Taiwán ha sido frecuentemente ignorada en favor de narrativas coloniales de asentamiento.

El camino de la isla desde la ley marcial hasta convertirse en una democracia próspera es una de las transformaciones políticas más significativas de la historia moderna. Estudiar Taiwán en sus propios términos permite comprender cómo ha logrado consolidar su democracia a pesar de las presiones externas.

El Movimiento Girasol, por ejemplo, no fue simplemente una protesta contra China, sino una afirmación de la agencia democrática de Taiwán. Los logros económicos de Taiwán—particularmente su dominio en la industria de semiconductores—se analizan con frecuencia desde una perspectiva geopolítica en lugar de atribuirlos a su propia innovación y decisiones políticas.

La visión de Taiwán como un simple peón geopolítico en lugar de un líder económico distorsiona la realidad de sus contribuciones a la tecnología y el comercio globales. Además, la falta de un enfoque desde dentro de Taiwán resulta en la marginación de las historias indígenas y las luchas contemporáneas.

Como señala Taiwan Lives, la posición de los pueblos indígenas en la historia de Taiwán ha sido frecuentemente ignorada en favor de narrativas coloniales de asentamiento. El proceso de descolonización sigue en marcha, y un enfoque centrado en Taiwán permite la inclusión adecuada de estas voces en el discurso nacional y académico.

El papel de los estudios sobre Taiwán

Los estudios sobre Taiwán como disciplina académica son fundamentales para corregir estos desequilibrios. A diferencia de la sinología tradicional o los estudios sobre Asia Oriental, que suelen incluir a Taiwán dentro de narrativas más amplias sobre China, los estudios taiwaneses ofrecen un marco que reconoce la especificidad de Taiwán. Las instituciones que incorporan a Taiwán en sus programas sin confundirlo con China contribuyen a una comprensión global más precisa de la región.

Large crowd gathered during the 2014 Sunflower Movement protest in Taipei, Taiwan. Demonstrators, many holding yellow sunflowers, advocate for democracy and oppose a trade agreement with China.
Manifestantes del Movimiento Girasol de 2014 en Taipéi, Taiwán, protestan contra un controvertido acuerdo comercial con China. Este movimiento marcó un momento significativo en el activismo prodemocrático de Taiwán. Foto de Artemas Liu.

Esto es especialmente relevante en las ciencias sociales y humanidades, donde Taiwán sirve como un caso de estudio para cuestiones que van desde las transiciones democráticas hasta la política identitaria. Por ejemplo, los grupos indígenas de Taiwán ofrecen información clave sobre la migración austronesia y la continuidad cultural. Además, la respuesta de Taiwán a los legados autoritarios proporciona lecciones comparativas para otras sociedades posautoritarias.

Esto reconoce la complejidad de Taiwán y resiste la imposición de narrativas externas que minimizan su autonomía. Sin este enfoque, Taiwán seguirá siendo mal representado en los asuntos internacionales, sus logros democráticos quedarán opacados y su rico panorama cultural permanecerá inexplorado.

Para comprender realmente a Taiwán, debemos ir más allá de las limitaciones de las narrativas sinocéntricas y geopolíticas. Taiwán no es simplemente un peón en la política global; es una sociedad con su propia historia, aspiraciones y contribuciones al mundo. Reconocer esto es esencial no solo para Taiwán, sino también para las comunidades académicas y diplomáticas que buscan relacionarse con él de manera significativa.

Reflexiones sobre Taiwan Lives: A Social and Political History

Escribir Taiwan Lives: A Social and Political History fue un viaje profundamente personal y reflexivo. Al explorar las historias colonial, social y política de Taiwán, me sentí atraído por el poder de las narrativas individuales en la construcción de discursos históricos más amplios.

Mi objetivo era presentar una historia del pueblo, alejando el enfoque de los relatos oficiales verticales y centrándome en las experiencias vividas por quienes hicieron y fueron moldeados por la trayectoria histórica de Taiwán. A través de estas historias, busqué reflexionar sobre el pasado colonial estratificado de Taiwán, su transición hacia la democratización y las complejidades en curso de la autodeterminación.

El título: Lives y Lives

El título Taiwan Lives puede leerse de dos maneras: como lives, refiriéndose a las historias de vida de quienes han dado forma a Taiwán, y como lives, simbolizando la resistencia, la persistencia y la continua reinvención de la isla.

¿De qué capa de colonización es Taiwán ahora poscolonial?

Este doble significado fue intencional. La historia de Taiwán no es estática; se vive, se experimenta y está en constante evolución.

Las historias en este libro ilustran cómo Taiwán sigue viviendo, a pesar de las presiones externas, el legado colonial y los cambios en el panorama político.

Una estructura narrativa liminal

Uno de los aspectos más interesantes de mi enfoque en Taiwan Lives fue estructurarlo como una serie de narrativas interconectadas, al estilo de Los cuentos de Canterbury. El libro se divide en tres secciones temáticas: Una historia social, Eventos clave y Ser Taiwán.

Protesters in Taiwan raise their fists in solidarity during a demonstration. The image captures the energy and determination of civic activism in the country.
Manifestantes en Taiwán alzan el puño en señal de solidaridad durante una manifestación. La imagen captura la energía y determinación del activismo cívico en el país. Foto de Artemas Liu.

Cada capítulo cuenta la historia de una figura clave, desde comerciantes y diplomáticos hasta activistas, estrellas del pop y líderes indígenas. Al emplear un enfoque biográfico, quise demostrar lo multifacética que es la historia de Taiwán y cómo la identidad, la política y el cambio social se entrelazan de maneras profundamente personales.

Este formato refuerza mi convicción de que la historia de Taiwán no es un relato monolítico, sino más bien una colección de múltiples historias, a menudo contradictorias. El dominio colonial, por ejemplo, fue experimentado de manera diferente por distintas comunidades, y quise reflejar esta complejidad.

Ya sea a través de la historia de John Dodd, un comerciante de té británico de finales del siglo XIX, o de Fan Yun, una activista contemporánea que lucha por la justicia social, quise ilustrar que la historia de Taiwán no es solo una cronología de eventos—es una experiencia viva y en constante evolución.

Historias coloniales y colonialismo de asentamiento

En Taiwan Lives, exploro la historia de Taiwán dentro del marco más amplio del colonialismo de asentamiento, rastreando las múltiples capas coloniales de la isla, desde los neerlandeses en el siglo XVII, pasando por el expansionismo Qing, hasta el dominio imperial japonés y el periodo de gobierno nacionalista de posguerra.

Hago una distinción entre la historia del colonialismo de asentamiento en Taiwán y las relaciones tradicionales entre metrópoli y colonia. A diferencia de los enclaves coloniales europeos, donde los colonos a menudo regresaban a sus países de origen, la colonización de Taiwán fue estructural y continua. La llegada de colonos chinos bajo el dominio Qing, seguida de las estrategias imperiales japonesas de división étnica, generó dinámicas de poder complejas y duraderas que siguen influyendo en el discurso político de Taiwán en la actualidad.

Uno de mis principales objetivos era cuestionar la noción de una identidad taiwanesa única. Quise ilustrar cómo la experiencia de «ser taiwanés» ha evolucionado en respuesta a los distintos marcos coloniales. Mi análisis de las comunidades indígenas, frecuentemente relegadas en las historias dominantes de Taiwán, fue especialmente importante para mostrar cómo la identidad indígena ha sido tanto marginada como politizada dentro del proceso de construcción nacional de Taiwán.

La question de la postcolonialité

Una pregunta central que recorre Taiwan Lives es si Taiwán puede considerarse una sociedad poscolonial. Me pregunto: «¿De qué capa de colonización es Taiwán ahora poscolonial?» Esta cuestión resalta la continua ambigüedad geopolítica de la isla, especialmente en relación con la República Popular China (RPC).

A diferencia de Corea, que pudo construir una identidad nacional tras el dominio colonial japonés, Taiwán fue puesto bajo el gobierno de la República de China (ROC) después de 1945, un régimen que en pocos años se encontraría en el exilio. El período del Terror Blanco (1947-1987) marcó otra forma de colonización, esta vez desde dentro, cuando el KMT buscó suprimir la identidad local en favor del nacionalismo chino.

Al incorporar narrativas personales del período del Terror Blanco, incluidas las de Su Beng, un revolucionario marxista, y Chen Chu, una prisionera política que se convirtió en alcaldesa de Kaohsiung, quise ilustrar cómo el régimen autoritario moldeó la conciencia política de Taiwán.

La transición hacia la democracia a finales del siglo XX se explora tanto como una ruptura como una continuación de las luchas previas por la autonomía. El Movimiento Girasol (2014) sitúa aún más el nacionalismo taiwanés contemporáneo dentro del contexto histórico más amplio de la resistencia contra el control externo.

Taiwán en el mundo

Uno de mis objetivos al escribir este libro fue cuestionar la metáfora repetida con frecuencia de Taiwán como un «camarón entre dos ballenas» (China y Estados Unidos). En su lugar, sostengo que la importancia de Taiwán debe entenderse en sus propios términos. Al rastrear su integración en las redes de comercio global desde el período Qing hasta el siglo XXI, busqué posicionar a la isla como un actor central en las economías regional y global. Esta perspectiva es crucial para contrarrestar las narrativas que reducen a Taiwán a un simple peón en las relaciones entre EE.UU. y China.

Además, Taiwan Lives cuestiona las limitaciones de los marcos académicos existentes para el estudio de Taiwán. Critico la tendencia a ubicar a Taiwán dentro de los estudios sinológicos, argumentando que este enfoque no toma en cuenta su historia colonial única ni su herencia austronesia. En su lugar, abogo por un enfoque interdisciplinario que explore las conexiones de Taiwán con el Pacífico y el mundo austronesio, ampliando así el alcance de los estudios taiwaneses más allá de sus lazos históricos con China.

Taiwan Lives es, en esencia, una reflexión profundamente personal sobre el pasado y el presente de Taiwán. Al destacar narrativas individuales dentro de estructuras históricas más amplias, busqué transmitir la complejidad de la identidad taiwanesa y sus historias disputadas.

My research, combined with an engaging storytelling approach, makes this book not just an academic contribution but also a statement—to borrow from Shelly Rigger—about why Taiwan matters. What sets Taiwan Lives apart is its refusal to offer a singular conclusion. Instead, it embraces Taiwan’s historical ambiguities, allowing readers to grapple with the island’s contested past and uncertain future.

Referencias

Alsford, N.J.P. (2024) Taiwan Lives: A Social and Political History. Seattle: University of Washington Press.

Rigger, S. (2011) Why Taiwan Matters: Small Island, Global Powerhouse. Lanham, MD: Rowman & Littlefield.

Su Beng (1986) Taiwan’s 400 Year History: The Origins and Continuing Development of the Taiwanese Society and People. Washington: Taiwanese Cultural Grassroots Association

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Profesor de Antropología y Geografía Humana en la Universidad de Central Lancashire, Alsford dirige los Institutos para el Estudio de Asia-Pacífico y Estudios sobre Áreas y Migración. Investigador asociado en SOAS y miembro asociado en Oxford, se especializa en Taiwán, Corea y el Pacífico. Edita series académicas en BRILL, Routledge y Palgrave.