Flags, Color, and the Legal Narrative: Public Memory, Identity, and Critique, editado por Anne Wagner y Sarah Marusek, es una obra exhaustiva y provocadora que explora el complejo papel de los símbolos visuales —en particular las banderas y los colores— en la conformación de narrativas legales, culturales y políticas.
Este volumen editado abarca diversas disciplinas, incluyendo derecho, semiótica, cultura visual y teoría política, reuniendo a académicos de todo el mundo para reflexionar sobre cómo los símbolos, particularmente las banderas, se convierten en herramientas cruciales para transmitir identidad, memoria y autoridad. Ofrece ideas oportunas en una era donde los símbolos son cada vez más centrales en los conflictos políticos y sociales en todo el mundo.
El volumen se basa en discusiones anteriores iniciadas durante la conferencia de 2018 Flags, Identity, Memory: Critiquing the Public Narrative Through Color en la Universidad de Lille, organizada por Anne Wagner. También retoma los temas explorados en el análisis de Anne Wagner y Malik Bozzo-Rey sobre los sellos conmemorativos franceses en el Capítulo 15 de Law, Culture, and Visual Studies. Este trabajo anterior examinó cómo los símbolos, como los sellos, funcionan como portadores de la memoria e identidad nacional dentro de contextos legales, al igual que las banderas, que sirven tanto como representaciones de la historia nacional como potentes dispositivos semióticos en los marcos legales.
El papel de la semiótica en la jurisprudencia visual
Un tema central a lo largo del libro es la semiótica, que estudia cómo los signos y símbolos crean significado. En Flags, Color, and the Legal Narrative, las banderas se examinan como herramientas semióticas que transmiten significados legales, culturales y políticos complejos. El prólogo de Larry Catá Backer marca el tono del volumen, al discutir la bandera confederada como un símbolo en disputa.
Backer enfatiza cómo las banderas operan en dos niveles: son símbolos de herencia e identidad, pero también pueden perpetuar la división y la exclusión (Backer, p. xv). La bandera confederada, por ejemplo, representa orgullo para algunos grupos en el sur de los EE. UU., mientras que otros la ven como un símbolo de opresión y esclavitud. El análisis de Backer destaca cómo las banderas a menudo encarnan narrativas opuestas, cada una cargada de significado legal y cultural.
Esta doble naturaleza de las banderas es central para la jurisprudencia visual: la idea de que los símbolos visuales como las banderas funcionan como textos legales que comunican valores, normas e identidades (Broekman, pp. 3-28). Los colaboradores de este volumen exploran cómo las banderas funcionan como abreviaturas de discursos legales y sociales más amplios, destilando conceptos complejos como nacionalidad, autoridad y soberanía en símbolos visuales fácilmente reconocibles. El volumen se basa en este marco semiótico para explorar el papel de las banderas en la construcción, preservación y desafío de la autoridad legal y cultural (Leone, pp.53-63).
Por ejemplo, en los Estados postsoviéticos, las banderas no solo fueron marcadores de nuevas identidades nacionales, sino también declaraciones visuales de independencia y soberanía. El capítulo de Yulia Erokhina y Anita Soboleva analiza cómo las naciones recién independizadas de la ex Unión Soviética adoptaron colores audaces y brillantes en sus banderas para afirmar sus identidades nacionales distintas (Erokhina y Soboleva, pp. 333-351).
Su trabajo muestra cómo estas banderas actuaron como rupturas semióticas del pasado, señalando un quiebre con el régimen soviético y un movimiento hacia una nueva conciencia nacional. Esto refuerza la idea de que las banderas, como dispositivos semióticos, son herramientas profundamente políticas que codifican los valores y aspiraciones de una nación, al mismo tiempo que sirven como textos visuales que proyectan autoridad legal y política.
El análisis semiótico no se limita solo a las banderas. El capítulo 15 de Anne Wagner y Malik Bozzo-Rey también aborda el análisis semiótico en el contexto de los sellos postales conmemorativos franceses. Así como las banderas funcionan como símbolos de identidad y autoridad nacional, los sellos postales —pequeños y a menudo pasados por alto— condensan significados legales, históricos y culturales en formas simbólicas. En su análisis, Wagner y Bozzo-Rey demuestran cómo el diseño visual de los sellos franceses sirve para reforzar narrativas de la historia legal francesa y la autoridad del Estado, recordando cómo las banderas operan a una escala mayor (Wagner y Bozzo-Rey, Capítulo 15).
Color e identidad
Otro tema importante de Flags, Color, and the Legal Narrative es el uso simbólico del color para transmitir identidad, valores e ideologías. El color juega un papel fundamental en la forma en que las banderas comunican mensajes de pertenencia y exclusión, orgullo nacional e identidad política.
Los colaboradores del volumen exploran cómo el uso estratégico del color en las banderas ayuda a moldear identidades colectivas, especialmente en el contexto de la construcción de naciones y los movimientos políticos.
El color en las banderas sirve como marcador de movimientos sociales y políticos.
El capítulo de Renée Ann Cramer sobre la bandera del orgullo LGBTQ+ muestra cómo el uso de colores del arcoíris en la bandera representa la diversidad de la comunidad LGBTQ+ y su lucha por el reconocimiento legal y los derechos (Cramer, p. 223). La bandera del orgullo, con su distintivo diseño de arcoíris, se ha convertido en un poderoso símbolo de inclusión, solidaridad y resistencia. A través del uso del color, la bandera del orgullo LGBTQ+ trasciende fronteras, uniendo movimientos globales por la igualdad mientras desafía las estructuras legales heteronormativas.
Por lo tanto, los colores no son simplemente elecciones estéticas en las banderas; son elementos cargados políticamente que ayudan a moldear las identidades legales y sociales. Desde la construcción de naciones postsoviéticas hasta los derechos LGBTQ+, los colaboradores de este volumen muestran cómo se utiliza el color para comunicar identidad, autoridad y valores políticos en contextos tanto nacionales como globales.
Banderas como símbolos en disputa
Las banderas son a menudo sitios de profunda controversia, sirviendo como símbolos de unidad para algunos y de exclusión para otros. A lo largo del volumen, se muestra que las banderas son símbolos altamente disputados (Hu, pp. 103-121), con significados que cambian dependiendo del contexto político y cultural en el que se utilicen (Lee-Niinioja, pp. 123-143). Este tema es especialmente relevante en contextos donde los símbolos nacionales o políticos se han visto envueltos en disputas legales (Sadowski, pp. 85-101).
Uno de los ejemplos más poderosos de simbolismo disputado en el libro es la discusión sobre la bandera confederada en los Estados Unidos. Como señala Larry Catá Backer en el prólogo, la bandera confederada es un símbolo profundamente polarizador en los EE. UU. Algunos la ven como un símbolo de orgullo y herencia sureña, pero para otros, representa un legado de esclavitud, racismo y exclusión (Backer, p. xv).
La exhibición de la bandera confederada en espacios públicos ha sido objeto de numerosas batallas legales, y su naturaleza en disputa destaca las profundas divisiones en la sociedad estadounidense sobre la raza, la memoria y la identidad. El análisis de Backer subraya cómo las banderas, lejos de ser símbolos neutrales, son a menudo campos de batalla para disputas políticas y legales.
De manera similar, se muestra que las banderas en los movimientos de protesta adquieren nuevos significados como símbolos de resistencia y desafío. El volumen destaca el uso de banderas en movimientos como la Revolución Naranja en Ucrania, donde los manifestantes utilizaron la bandera nacional como un símbolo de resistencia contra la corrupción estatal y la interferencia rusa. En este contexto, la bandera nacional se convirtió en algo más que un símbolo del Estado: fue apropiada por el pueblo como una herramienta de protesta y una demanda de reforma legal y política. La reapropiación de las banderas en los movimientos de protesta subraya la naturaleza dinámica de estos símbolos y su capacidad para ser reinterpretados en diferentes contextos políticos y legales.
En muchos casos, el estatus legal de las banderas se vuelve central en estos conflictos. Las disputas legales sobre la exhibición de ciertas banderas —como la bandera confederada en edificios públicos o las banderas nacionales de regiones en disputa— destacan cómo los símbolos pueden convertirse en puntos críticos para luchas legales y políticas. El volumen demuestra que las banderas no son meramente representaciones pasivas de la identidad nacional; son agentes activos en la construcción y la disputa de la autoridad legal.
Banderas como memoria
El papel de las banderas en la preservación y transmisión de la memoria colectiva es otro enfoque clave de este volumen. Las banderas, como símbolos visuales, a menudo sirven como depósitos de narrativas históricas, encarnando la memoria de guerras, revoluciones y luchas nacionales. Los colaboradores exploran cómo las banderas funcionan como vehículos de memoria, vinculando eventos del pasado con identidades legales y políticas contemporáneas.
En su análisis del Saltire escocés, James MacLean explora cómo esta antigua bandera nacional ha llegado a simbolizar la independencia y el orgullo escocés a lo largo de los siglos (MacLean, p. 267). El Saltire, una de las banderas nacionales más antiguas del mundo, se ha convertido en algo más que un símbolo de Escocia: encarna la memoria de las luchas históricas de Escocia por la autonomía y la autodeterminación. La larga historia de la bandera está entrelazada con la identidad legal y política de Escocia, lo que la convierte en un poderoso símbolo tanto del pasado como del futuro.
De manera similar, las banderas que conmemoran eventos históricos, como la bandera japonesa del Sol Naciente, sirven como símbolos de la memoria nacional (Richard Powell, pp. 353-383). En Japón, la bandera del Sol Naciente ha experimentado múltiples transformaciones, pasando de ser un símbolo de conquista imperial a un emblema controvertido de orgullo nacional en el período de posguerra. Este significado cambiante resalta cómo las banderas actúan como portadoras de narrativas históricas, continuamente moldeadas por los eventos y contextos legales que las rodean.
Reflexiones críticas y conclusión
Flags, Color, and the Legal Narrative es un volumen intelectualmente estimulante que ofrece una exploración multifacética de cómo los símbolos visuales operan dentro de marcos legales y culturales. Su enfoque interdisciplinario, que abarca estudios legales, ciencia política, sociología y semiótica, proporciona un análisis exhaustivo de cómo las banderas y los colores funcionan como poderosas herramientas semióticas en la construcción de identidad, autoridad y memoria.
Como señala Kieran Tranter (Queensland University of Technology) en su recomendación, el volumen ofrece una "contribución caleidoscópica" al creciente campo de la jurisprudencia visual, revelando cómo las banderas y los colores representan a quienes las reivindican, al tiempo que moldean las narrativas legales y públicas. De manera similar, Christina Spiesel (Yale Law School) elogia a los editores por ensamblar una conversación crucial que resiste explicaciones simplistas de cómo funcionan las banderas y los colores en contextos legales, siendo como “mini-textos que una nación defiende” (Marcel Danesi, Universidad de Toronto).
Anne Wagner et Sarah Marusek ont organisé une collection qui défie les lecteurs à réfléchir au pouvoir sémiotique des drapeaux et des couleurs, en faisant une contribution précieuse à l'étude de la jurisprudence visuelle, de la sémiotique et de la mémoire culturelle. Ce volume est une lecture essentielle pour toute personne intéressée par l'intersection du droit, de l'identité et de la culture visuelle, offrant de nouvelles perspectives sur la manière dont les symboles façonnent les paysages juridiques et politiques dans lesquels nous vivons.