El impacto del colonialismo no terminó con la independencia. En Ruling Emancipated Slaves and Indigenous Subjects, ganador del Premio Merze Tate – Elinor Ostrom 2023 al Mejor Libro, Olukunle P. Owolabi sostiene que los distintos modelos de gobierno colonial dejaron desigualdades profundas y duraderas en el Sur Global.
En lugar de tratar el colonialismo como un sistema uniforme, el libro destaca una distinción crucial: las colonias de asentamiento forzado, donde las potencias europeas importaron africanos esclavizados, se desarrollaron de manera diferente a los territorios de ocupación colonial, donde los gobernantes europeos controlaban a las poblaciones indígenas.
Según Owolabi, esta distinción explica por qué algunas naciones poscoloniales lograron la democracia y el desarrollo, mientras que otras quedaron atrapadas en el autoritarismo y la pobreza.
El libro identifica tres formas clave en las que el colonialismo moldeó la desigualdad moderna:
1. La diferencia entre asentamiento forzado y ocupación colonial
El argumento central de Owolabi es que las colonias donde se asentaron forzosamente africanos esclavizados (por ejemplo, el Caribe y Cabo Verde) siguieron un camino de desarrollo diferente al de aquellas donde los europeos gobernaban sobre poblaciones indígenas (como gran parte de África y el sur de Asia).
Las colonias de asentamiento forzado eventualmente recibieron reformas legales que extendieron derechos de estilo europeo a los afrodescendientes emancipados, mientras que los territorios de ocupación colonial mantuvieron códigos legales represivos que marginaron política y económicamente a las poblaciones indígenas. Esta división fundamental sigue influyendo en las disparidades en la gobernanza y los resultados económicos.
2. El impacto en la educación y la democracia
Uno de los hallazgos más sorprendentes del libro es que las colonias de asentamiento forzado recibieron mayores inversiones en educación y una participación política más amplia después de la abolición de la esclavitud. Países como Jamaica, Trinidad y Cabo Verde accedieron mucho antes a la educación pública y la representación electoral que sus contrapartes en territorios de ocupación colonial. En contraste, lugares como Sierra Leona y Guinea-Bisáu heredaron instituciones débiles que obstaculizaron el desarrollo democrático. El análisis estadístico muestra que esta divergencia temprana en educación e inclusión política sigue siendo un factor clave para predecir la democracia en la era poscolonial.
3. La persistencia de la desigualdad tras la independencia
El hallazgo final, y quizás el más inquietante, es que las estructuras de gobierno de la era colonial siguen influyendo en la estabilidad política y económica actual. Los territorios de ocupación colonial, donde las poblaciones indígenas fueron gobernadas a través de sistemas jurídico-administrativos autoritarios, han enfrentado una capacidad estatal débil, autoritarismo persistente y subdesarrollo. El libro contrasta casos como el de Cabo Verde, que logró una transición hacia una democracia estable, con Guinea-Bisáu, donde la gobernanza posindependencia ha estado marcada por la inestabilidad. Este análisis desafía la suposición común de que el rendimiento económico y los fracasos de gobernanza en el Sur Global son simplemente el resultado de una mala gestión interna, en lugar de legados coloniales profundamente arraigados.
Lectura imprescindible sobre colonialismo y desigualdad
La investigación de Owolabi ofrece un marco innovador para comprender por qué algunos estados poscoloniales han prosperado mientras otros han enfrentado dificultades. Su distinción entre asentamiento forzado y ocupación colonial proporciona una lente poderosa para analizar la desigualdad global. Para académicos de ciencia política, historia y desarrollo internacional, Ruling Emancipated Slaves and Indigenous Subjects es una obra esencial que transforma nuestra comprensión del impacto duradero del colonialismo. El libro está disponible aquí.