El simbolismo satánico, que alguna vez fue un mero antagonista religioso, se ha convertido en un poderoso catalizador en la política, el arte y la sociedad
El satanismo moderno se entrelaza con el activismo político para desafiar las normas sociales y religiosas, abogando por las libertades individuales y catalizando el cambio en el tejido de la política contemporánea.
Inicia sesión en tu cuenta