El Handbook on Cyber Hate: The Modern Cyber Evil, editado por Anne Wagner y Sarah Marusek, es una obra interdisciplinaria esencial que aborda el complejo fenómeno del ciberodio.
Reuniendo a expertos internacionales de diversos campos como el derecho, la psicología, los estudios culturales y la semiótica, el libro ofrece un examen exhaustivo del creciente predominio de la agresión en línea.
El capítulo de apertura, “Navigating the Murky Waters of Modern Cyber Evil” (pp. 1-12), introduce acertadamente los diversos aspectos de la agresión digital, enmarcando el ciberodio como un desafío dinámico y omnipresente en nuestro mundo interconectado.
1. Contexto y alcance
Los editores presentan el ciberodio como una forma moderna de malicia habilitada por la revolución digital. El capítulo introductorio compara la expansión del mal cibernético con el crecimiento rizomático de una planta, lo que señala su naturaleza descentralizada y compleja.
El ciberodio puede manifestarse en diversas formas, como el acoso en línea, el trolling y el ciberacoso, todas las cuales atraviesan fronteras geográficas y culturales. El alcance del libro abarca una variedad de temas, desde los desafíos de la regulación legal hasta el impacto psicológico en las víctimas y el reflejo del ciberodio en los medios de comunicación y la cultura.
A través de contribuciones de diversas disciplinas académicas, el Handbook on Cyber Hate proporciona una visión multifacética del paisaje de la agresión digital, destacando la necesidad de esfuerzos colaborativos para combatir este problema en los frentes legal, social y tecnológico.
2. Principales argumentos
2.1. Complejidades legales y regulación del ciberodio
La regulación legal del ciberodio es un tema central en el libro, en particular el desafío de gobernar un comportamiento que trasciende las fronteras nacionales. En su capítulo “The Legal Categorization of Cyber Hate: A Corpus-Assisted Exploration” (pp. 237–260), Daniel Green discute cómo las inconsistencias en la definición del ciberodio complican los esfuerzos para aplicar respuestas legales. Muestra que las categorías legales tradicionales son a menudo insuficientes para abordar las sutilezas de la agresión en línea.
El capítulo de Aashish Srivastava, “Social Media and Online Trolling: Examining the Legal Developments in Platform Responsibilities” (pp. 275–300), explora además cómo las empresas de redes sociales deben ser responsables de moderar el discurso de odio y el trolling.
Srivastava argumenta que estas plataformas necesitan implementar herramientas de moderación más robustas y hacer cumplir políticas claras para reducir el daño causado por el odio en línea.
2.2. Teoría de la e-victimización y la e-depredación
La teoría de la e-victimización y la e-depredación de Anne Wagner, presentada inicialmente en un número especial de Social Semiotics en 2019, se amplía en este volumen (pp. 303–318).
Wagner explora cómo la e-depredación, un término que abarca una amplia gama de ataques digitales como el ciberacoso y el hostigamiento, deja a las víctimas con cicatrices psicológicas duraderas, efectos que se amplifican aún más por la E-Agora 2.0 de doble cara, donde las plataformas en línea fomentan tanto la participación democrática como los comportamientos dañinos como el ciberacoso y el trolling, afectando profundamente el bienestar mental y la vida social de las víctimas.
Además, se discute el concepto de Wagner y Yu del aparato maquiavélico del ciberacoso (2021) (pp. 945–963), explicando cómo los agresores manipulan las plataformas digitales para controlar a sus víctimas mediante el engaño, el anonimato y el hostigamiento dirigido. Esta teoría arroja luz sobre la naturaleza estratégica de la agresión en línea y los desafíos para abordarla dentro de los marcos legales.
2.3. Ciberenvidia
El capítulo de Massimo Leone, “Cyber Envy” (pp. 15–34), ofrece una perspectiva psicológica sobre una de las causas fundamentales de la agresión en línea. Leone sostiene que la envidia, provocada por las vidas idealizadas y curadas que se muestran en las redes sociales, alimenta gran parte del odio y el trolling que se observa en línea.
Las plataformas de redes sociales amplifican la envidia al mostrar constantemente los éxitos, apariencias y estilos de vida de los demás, creando respuestas emocionales que a menudo conducen a actos de agresión. Si bien la ciberenvidia se manifiesta como ataques personales o comentarios de odio, también refleja las luchas emocionales más profundas que enfrentan las personas en la era digital.
Leone destaca cómo esta agresión impulsada por la envidia se vuelve performativa, convirtiendo los actos de odio en línea en espectáculos sociales destinados a obtener la validación de los compañeros. Este ángulo emocional y psicológico es esencial para comprender cómo la agresión en línea es alimentada por algo más que diferencias ideológicas o sociales.
2.4. Reflexiones culturales sobre el ciberodio
En “Cyberbullying Movies: The Relevance of the Cinematic Portrayal of Cyberbullying” (pp. 425–442), Marcel Danesi examina cómo las películas y programas de televisión representan el ciberacoso, generando conciencia sobre sus impactos.
Aunque a menudo dramatizadas, estas representaciones ayudan al público a comprender las consecuencias reales de la agresión digital. Danesi argumenta que las representaciones mediáticas sirven como catalizador para conversaciones más amplias en la sociedad sobre el comportamiento en línea y sus repercusiones.
Conclusiones y direcciones futuras de investigación
El Handbook on Cyber Hate sienta las bases para una mayor exploración de la compleja naturaleza de la agresión en línea. Como lo demuestran las teorías de Anne Wagner sobre la e-victimización y el aparato maquiavélico del ciberacoso, el ciberodio no es solo un desafío legal, sino también un profundo problema psicológico y emocional. La investigación futura debería centrarse en comprender cómo el ciberodio afecta a poblaciones vulnerables, incluidas las minorías y los adolescentes, que son frecuentemente atacados en espacios digitales.
La exploración de Massimo Leone sobre la ciberenvidia ofrece una valiosa visión de los impulsores emocionales de la agresión en línea. El papel de las redes sociales en amplificar los sentimientos de insuficiencia y envidia destaca la necesidad de estrategias que promuevan la resiliencia emocional y la empatía digital. Comprender los aspectos psicológicos del ciberodio es crucial para desarrollar intervenciones más efectivas.
As the introductory chapter suggests, the spread of cyber evil is decentralized and adaptive, necessitating similarly flexible responses. International cooperation is essential for addressing this global issue, and social media platforms must continue to enhance their moderation efforts to mitigate harm while preserving freedom of expression.
En conclusión, The Handbook on Cyber Hate: The Modern Cyber Evil es un recurso indispensable para académicos, responsables de políticas y profesionales que buscan comprender y enfrentar la creciente amenaza de la agresión en línea. Ofrece una rica base teórica y conocimientos prácticos que serán invaluables a medida que el mundo digital continúe evolucionando.