Giving Future Generations a Voice: Normative Frameworks, Institutions and Practice, edited by Jan Linehan and Peter Lawrence, is a compelling book that couldn’t be timelier.
El libro aborda el urgente y complejo tema de cómo podemos considerar mejor las necesidades y derechos de las generaciones futuras, especialmente frente a desafíos como la pandemia de Covid-19, el cambio climático y la pobreza global.
El libro nos lleva en un recorrido global, mostrando una variedad de estrategias destinadas a contrarrestar el pensamiento a corto plazo que a menudo descuida el bienestar a largo plazo de aquellos que heredarán la Tierra.
Explorando instituciones para las generaciones futuras
El libro es un rico tapiz de estudios de caso y perspectivas de expertos, entrelazados para explorar el papel e impacto de lo que se conoce como Instituciones para las Generaciones Futuras, o IFGs por sus siglas en inglés. Estas instituciones pueden tomar muchas formas, desde simples conjuntos de reglas y normas hasta organizaciones más complejas como comités legislativos.
Lawrence, in one of the book’s standout chapters, zeroes in on the role of commissioners and ombudspersons. He argues that these individuals can serve as powerful advocates for the rights and needs of future generations, acting as their proxy representatives in today’s decision-making processes.
Pero el libro no se detiene ahí. Se adentra en varias perspectivas, desde los derechos humanos hasta el desarrollo sostenible, para darnos una visión completa de los desafíos y oportunidades que se avecinan.
Nicky Van Dijk, por ejemplo, nos introduce a un 'enfoque de capacidades', sugiriendo un marco para definir lo que las generaciones futuras podrían necesitar basado en los intereses de la generación actual.
Bridget Lewis lleva la conversación un paso más allá explorando cómo los derechos humanos pueden actuar como un puente, fomentando un sentido de solidaridad entre nosotros y aquellos que vendrán después de nosotros.
Desafíos y oportunidades por delante
Aunque el libro hace un excelente trabajo al describir el panorama, tampoco se abstiene de señalar las limitaciones y desafíos que se avecinan. Por ejemplo, señala que muchos organismos públicos han encontrado dificultades para cambiar hacia el tipo de pensamiento a largo plazo que estos temas requieren.
El libro pide un liderazgo político más fuerte y más apoyo para ayudar a estas organizaciones a hacer ese cambio.
One area where the book could have gone further is in the inclusion of younger voices, especially since they are the future generations we’re talking about. Their perspectives are not just valuable but essential if we’re to build a future that truly considers a diversity of interests.
In conclusion, the book serves as a crucial resource for anyone—be it academics, policy makers, or everyday citizens—interested in how we can not just give future generations a voice, but also secure their human rights.
It’s a call to action, urging us to move beyond mere talk and take concrete steps to ensure a just and sustainable future for all.
Adaptado de un artículo académico para un público más amplio, bajo licencia CC BY 4.0