Ser trans es un derecho natural

Sobre el libro Real Gender: A Cis Defence of Trans Realities, de Danièle Moyal-Sharrock y Constantine Sandis, publicado por Wiley en 2024.

Una participante envuelta en una bandera del orgullo transgénero asiste a una protesta en Londres, abogando por los derechos y la visibilidad de las personas trans. Foto de Karollyne Videira Hubert.

Introducción

Somos dos filósofos cisgénero que buscan entender y transmitir las realidades trans. Nuestro libro, Real Gender: A Cis Defence of Trans Realities, es el primer libro en presentar una defensa cis de lo que significa ser una persona trans: hombre, mujer o genderqueer (no binario, bigénero, pangénero, gender-fluid, agénero, etc.).

Nuestro libro aborda los principales aspectos de los debates en torno a las cuestiones trans, pero no se requiere conocimiento previo de estos temas por parte del lector. Busca aclarar las confusiones específicas de las personas cis y combatir los prejuicios cis que chocan con el liberalismo intelectual y la apertura de principios del libro.

Exponemos, confrontamos y desmentimos los supuestos argumentos de personas que fomentan los prejuicios cis y la injusticia, incluidas las llamadas feministas radicales trans-exclusionarias.

Repleto de testimonios trans, el libro está dirigido principalmente a personas cis que tienen dificultades para pensar con claridad sobre las realidades trans y pueden estar confundidas por la retórica anti-trans y el alarmismo relacionado. También debería interesar a cualquiera con interés en los temas filosóficos y sociopolíticos en torno a las guerras de género.

Real Gender no busca provocar ni atacar, sino defender inequívocamente los derechos de las personas trans. Si desea comprender mejor las realidades de ser trans y el discurso divisivo que rodea al género, este es el libro para usted. Creemos que no solo los conceptos de “mujer” y “hombre”, sino también el concepto de “género”, necesitan ser reexaminados. Tal clarificación conceptual, pensamos, es clave para aliviar la falta de aceptación que experimentan las personas trans.

Realidad biológica

Contrario a muchas personas de ambos lados del debate, sostenemos que la afirmación de los derechos de las personas trans no requiere negar ni la realidad biológica ni la realidad sexual. También profundizamos en los diversos factores que hacen que la experiencia del género (o su ausencia) de las personas trans sea tan natural e incuestionable como la de las personas cis.

La idea de que el género puede reducirse a los órganos sexuales con los que uno nació debe ser cuestionada.

Reconociendo los aspectos innegablemente sociales del género, también admitimos que el género tiene fundamentos biológicos. Las personas trans pueden optar por realizar una transición pública o no, pero no simplemente eligen ser (o no ser) de un género determinado. El género no depende de las características sexuales. Uno puede nacer con un pene y, sin embargo, ser mujer; con una vagina y, sin embargo, ser hombre o, de hecho, ninguno de los dos.

Exponemos, confrontamos y refutamos los supuestos argumentos de personas que fomentan los prejuicios cis y la injusticia, incluidas las llamadas feministas radicales trans-exclusionarias (TERFs). Esperamos que, al leernos, algunas de ellas desistan; pero, sobre todo, esperamos que las personas que han sido engañadas por su retórica se den cuenta de que lo que se necesita es una comprensión más liberal de nuestros conceptos de género, una que nos impida confundir diversidad con patología.

Sinopsis de los capítulos

Nuestro primer capítulo, ‘La cuestión de la mujer’, cuestiona la afirmación generalizada de que solo las “adultas humanas femeninas” son mujeres. En el capítulo 2, ‘Falsas alarmas’, refutamos diversas afirmaciones alarmistas utilizadas como razones para excluir a las personas trans en diferentes ámbitos, desde los espacios de baños hasta los deportes competitivos. En el capítulo 3, ‘Digo, luego soy?’, defendemos la validez y la autoridad de ser trans como un fenómeno cuya autenticidad debe ser respetada por defecto.

A trans rights protest unfolds in the city, with vibrant banners and flags advocating equality and inclusion. A central figure in pink stands tall, symbolizing resistance and the fight against discrimination.
Protesta en apoyo a los derechos de las personas trans. Foto de Nikolas Gannon.

En el capítulo 4, ‘Niños trans’, examinamos el origen de la certeza de género en los niños pequeños, iniciando nuestra reflexión sobre la supuesta naturaleza social del género. También nos esforzamos por distinguir los hechos de las falsedades en temas como la influencia de los compañeros y la detransición. Profundizamos en la naturaleza existencial de la certeza de género en el capítulo 5, ‘Género fundamental’. Este capítulo introduce el concepto de la certeza negativa de ‘no ser cis’, experimentada por muchas personas trans que de otro modo podrían estar inseguras o incluso confundidas acerca de su género. También se discute la noción, a menudo rechazada, de ‘sentir su género’.

El cambio conceptual está condicionado por la experiencia vivida.

En el capítulo 6, ‘Género nacido y vivido’, profundizamos en la naturaleza biosocial del género y argumentamos en contra de la idea popular de que las personas trans, por definición, niegan la realidad del sexo biológico. Frases como ‘el sexo es real’ y ‘la biología es real’ se han convertido en silbidos transfóbicos, destinados a distraernos del hecho de que la biología es demasiado real para las muchas personas trans que eligen someterse a una cirugía de afirmación de género.

La idea de que el género puede reducirse a los órganos sexuales con los que uno nació debe ser cuestionada. Al mismo tiempo, aunque el sexo natal no determina de ninguna manera el género, no se sigue que el género sea una mera construcción social. Por el contrario, las evidencias sugieren que es el resultado combinado de factores biológicos y sociales.

En el capítulo 7, ‘Género a través del tiempo y el espacio’, exploramos los conceptos de género en diferentes culturas, tanto pasadas como presentes, abordando la diversidad de sus manifestaciones desde perspectivas evolutivas y antropológicas. El capítulo final, ‘Reconceptualizar el género’, demuestra que nuestros conceptos de género no son fijos, sino que evolucionan junto con las prácticas y comportamientos humanos. También advertimos sobre algunos intentos bien intencionados pero en última instancia equivocados de abolir por completo los conceptos de género.

Conceptos vivientes y autenticidad

No tiene sentido filosofar sobre conceptos de manera abstracta: el cambio conceptual está condicionado por la experiencia vivida. Con ese fin, entrevistamos a personas trans, leímos un gran número de testimonios y autobiografías trans, y profundizamos en estudios socio-psicológicos que involucran a niños, adolescentes y adultos trans. Comenzamos lentamente a vislumbrar, en la medida en que las personas cis pueden hacerlo, las vicisitudes que enfrentan las personas trans.

Manifestante mostrando solidaridad con los derechos trans en una manifestación pública. Foto de Karollyne Videira Hubert.
Manifestante mostrando solidaridad con los derechos trans en una manifestación pública. Foto de Karollyne Videira Hubert.

Muchas feministas trans-exclusionarias son esencialistas de género: creen que cada uno de nosotros tiene una “esencia” masculina o femenina que está determinada por nuestro sexo. Creen que esta esencia es compartida por todas las mujeres en todo momento y, por lo tanto, se niegan a otorgar a las mujeres trans el estatus de “mujer” o les piden que “demuestren” que son mujeres usando ese concepto biológico esencialista como punto de referencia.

En contraste con esta visión esencialista del género, argumentamos a favor de un concepto vivido del género. Pensamos en términos proporcionados por el Existencialismo y el Enactivismo: es la existencia y la acción (o el comportamiento), y no alguna esencia biológica, lo que nos define. Este sería el leitmotiv principal del libro: debemos permitir que la vida y las vivencias den forma a nuestros conceptos, y no al revés.

Comprendimos – como expresamos en el capítulo 3 de nuestro libro – que la determinación de la autenticidad sería clave aquí. La autenticidad, como discutimos – inspirándonos en el concepto de certeza indubitable o “bisagra” de Wittgenstein – está incrustada en cómo vivimos; en cómo, personalmente, no podemos sino vivir. Se hizo claro para nosotros que, en la mayoría de los casos, hay tan poco espacio existencial para que una mujer trans cuestione su feminidad como lo hay para que una mujer cis cuestione la suya.

Así como no cuestionaríamos por defecto la certeza de una mujer cis sobre su feminidad, no deberíamos, por defecto, cuestionar la certeza de una mujer trans sobre su feminidad. Esta misma confianza por defecto se aplica a todos los géneros (hombres trans, bigénero, etc.) o a la ausencia de género. Se hizo evidente para nosotros que las personas que no son cis pueden estar tan “ciertas-bisagra” de su género como las personas cis lo están (habitualmente) del suyo.

El concepto de género

Sally Haslanger escribe que:

Lo que comenzó como un esfuerzo por señalar que hombres y mujeres difieren socialmente, así como anatómicamente, ha provocado una explosión de usos diferentes del término “género”. En estos debates, no solo no está claro qué es el “género” ni cómo deberíamos entenderlo, sino si siquiera existe. (2000, 32).

En otras palabras, una opción que se plantea hoy es la eliminación del concepto de género por completo (y, en consecuencia, de los conceptos de “hombre” y “mujer”). No estamos a favor de esto. Pues, la eliminación del género nos dejaría con la alternativa insípida de que todos somos, y solo somos, personas. Esto suprimiría toda una gama de diferencias vívidas, vividas y disfrutadas en la vida humana. El problema, después de todo, no radica en las diferencias, sino en nuestra aceptación de ellas; y en nuestra aceptación de que las fronteras conceptuales son porosas y transitables.

Como dejó claro el filósofo Ludwig Wittgenstein, muchos conceptos importantes en nuestra vida no son cerrados, sino abiertos; conceptos que no están restringidos por condiciones necesarias, sino que admiten fluidez y variación. Los conceptos de “hombre” y “mujer” son susceptibles de extensiones sensibles. Para que se produzca dicha extensión, no solo en el ámbito intelectual o en principio, sino de hecho, en la interacción cotidiana, debemos modificar las condiciones de percepción del género.

Esto solo puede lograrse mediante la normalización de las personas LGBTQ+; y la normalización requiere interacciones repetidas. Las interacciones repetidas con géneros de toda índole se fomentarán y se harán más fluidas para todos si aceptamos que el género no siempre está alineado con el sexo biológico. De modo que el sexo biológico no determina el género.

Conclusión

¿Dónde estamos hoy? Creemos que el optimismo que llevó a lo que Katy Steinmetz llamó, en Time Magazine en 2014, el “punto de inflexión transgénero” fue prematuro. Samantha Allen tenía razón al preguntar unos años más tarde en el Daily Beast: “¿Qué pasó con el punto de inflexión transgénero?” y al decir que estábamos equivocados al pensar que se había cruzado un umbral crítico.

Como escribió Allen: « Dondequiera que mires, las personas transgénero pueden ser más visibles, pero todavía enfrentan los mismos problemas en 2017 que en 2014 ». Creemos que, en su mayor parte, esto sigue siendo cierto en 2025. Sin embargo, concluyamos esta breve introducción con el espíritu más optimista de Allen en 2019:

Puede parecer un momento extraño para sentirse optimista sobre el futuro de los derechos LGBTQ+ en América. Pero como mujer transgénero queer que ha pasado la mayor parte de su vida adulta en estados conservadores, siento exactamente esperanza. … El centro de gravedad queer de América se está moviendo hacia el medio. Antes de que lo sepamos, este país se habrá vuelto amigable con los LGBTQ+ no de afuera hacia adentro, sino de adentro hacia afuera. Hay muchas razones para que los estadounidenses LGBTQ+ se sientan desalentados en este momento. Pero la esperanza está justo al final del camino. (Allen 2019).

Este es el tipo de situación en la que la filosofía tiene un papel clarificador y, por lo tanto, beneficioso que desempeñar. Aunque Real Gender contiene algunos argumentos filosóficos, está dirigido a un público amplio, incluidos los padres y maestros de niños trans; las personas que trabajan con jóvenes transgénero, ya sean profesionales de la salud, clínicos, psicoterapeutas o miembros de organizaciones de apoyo; así como adolescentes y adultos jóvenes, sean cis o trans.

También esperamos que nuestro libro proporcione ayuda y consuelo a las personas que están explorando su propia identidad, así como la de sus amigos y grupos sociales más amplios. Buscamos apoyar a los que no tienen apoyo, informar a los que no están informados y convencer a los que no están convencidos.

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Profesora de filosofía en la Universidad de Hertfordshire, se centra en lo que llama el “Tercer Wittgenstein”, explorado en Understanding Wittgenstein's On Certainty. Sus obras incluyen Hinge Epistemology, Extending Hinge Epistemology, Certainty in Action, Real Gender, y Wittgenstein on Knowledge and Certainty. Es presidenta fundadora de la British Wittgenstein Society.
Director de Lex Academic y profesor visitante de filosofía en la Universidad de Hertfordshire. Sus libros publicados incluyen The Things We Do and Why We Do Them, Character and Causation, From Action to Ethics, Real Gender, y Wittgenstein on Other Minds. Actualmente está trabajando en un libro sobre la comprensión de uno mismo y de los demás para Yale University Press.