Protección de los derechos de los niños: Un llamado a la acción global

Sobre el libro: Children's Rights in Crisis: Multidisciplinary, Transnational, and Comparative Perspectives, editado por Salvador Santino Regilme y publicado por Manchester University Press en 2024.

Salvador Santino Regilme
Salvador Santino Regilme
En Burkina Faso, un niño pequeño está de pie con un neumático desechado. Foto por Zoriah (CC BY-NC).

Desafíos en la protección de los derechos de los niños

Los niños son a menudo los más afectados por crisis que no causaron, como enfermedades, desastres naturales, conflictos políticos y guerras. A pesar de esto, son los que más sufren. Según el informe de UNICEF de 2023, 657 millones de niños pequeños y 1.3 mil millones de adolescentes constituyen el 25 por ciento de la población mundial.

En total, casi 1.9 mil millones de niños viven en 256 países, lo que hace crucial abordar su vulnerabilidad al daño y abuso. En este contexto, vulnerabilidad se refiere a estar continuamente en riesgo de sufrir debido a desventajas socioeconómicas y físicas, identidades culturales y políticas, y capacidades limitadas.

¿Cómo han enfrentado los derechos y la dignidad de los niños crisis apenas tres décadas después de la introducción mundial de la CRC? En el libro recientemente publicado Children’s Rights in Crisis, defendí el argumento clave de que proteger los derechos de los niños es un desafío debido a los complejos problemas de gobernanza arraigados en la interacción de factores locales y globales. Estos desafíos incluyen disputas políticas dinámicas, desigualdades de recursos, conflictos normativos y creencias culturales. Las normas culturales pueden obstaculizar o apoyar los derechos de los niños, mientras que las severas disparidades en la distribución de recursos materiales dentro y entre las naciones pueden impedir el acceso de los niños a la educación, la salud y la protección social.

El libro destaca la persistencia de las crisis de los derechos de los niños y la necesidad de intervenciones robustas y específicas del contexto para asegurar una vida digna para los niños en todo el mundo.

A pesar de que la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño (CRC) de 1989 reconoce los derechos de los niños, continúan los abusos sistémicos. La CRC proporciona un marco para la defensa y las obligaciones legales, pero la efectividad de la aplicación varía entre naciones, revelando una brecha entre la política y la práctica. Es necesario examinar los factores nacionales y transnacionales que contribuyen a estos fracasos. Un desafío significativo es la falta de mecanismos de aplicación, ya que la aplicación depende de sistemas legales nacionales a menudo débiles o corruptos, a pesar de que los tratados internacionales proporcionan un marco legal.

 El impacto de la desnutrición y la inseguridad alimentaria

Las normas culturales y sociales frecuentemente entran en conflicto con los principios de los tratados, dificultando su implementación. Fortalecer los sistemas legales nacionales para cumplir con los estándares internacionales, la creación de capacidades para la aplicación de la ley local y los sistemas judiciales, y la defensa a nivel de base y el compromiso comunitario son cruciales para mejorar la protección de los derechos de los niños y alterar las normas sociales.

A young boy sits on the steps playing with an empty can, while an adult woman rests on the step above, appearing to be asleep. Both are dressed in casual clothes and the scene appears to be in an urban setting, with iron railings and a stone wall in the background. The image is in black and white, highlighting the stark realities of their environment. This image captures the plight of homelessness and poverty, emphasizing the critical need for protecting children's rights. It serves as a powerful reminder of the importance of ensuring that every child has access to basic necessities, safety, and opportunities for a better future.
Las crudas realidades de la falta de vivienda y la pobreza en Manila, Filipinas. Foto por Wayne S. Grazio (CC BY-NC-ND).

De hecho, el bienestar y la dignidad de los niños a nivel mundial están actualmente en serio peligro. En 2022, una crisis alimentaria mundial resultó en que 260,000 niños adicionales sufrieran de desnutrición severa, particularmente en regiones como el Cuerno de África y el Sahel Central. Esta forma severa de desnutrición agrava los problemas de desnutrición existentes, llevando a una emergencia de salud crítica para los niños.

En regiones con inseguridad alimentaria, los niños son los más afectados, arriesgando problemas de salud de por vida o la muerte. La pobreza, el acceso inadecuado a la atención médica y la mala infraestructura agravan aún más la situación. Los gobiernos y las organizaciones internacionales deben priorizar estas regiones creando sistemas alimentarios sostenibles y servicios de salud.

La simple aide alimentaire est insuffisante ; des solutions durables nécessitent des changements dans les pratiques agricoles, les politiques économiques et les systèmes de santé.

El impacto de los conflictos armados y las políticas de refugiados en los niños

La guerra y los conflictos armados, junto con las políticas hostiles hacia los refugiados, impactan significativamente en el bienestar de los niños. La invasión rusa de Ucrania en 2022 provocó el desplazamiento de numerosos niños, separándolos de sus familias y forzándolos a trasladarse a Rusia. Estos desplazamientos resultan en daño físico inmediato y trauma psicológico a largo plazo para los niños en zonas de guerra.

Están constantemente expuestos a la violencia, el reclutamiento en grupos armados y las interrupciones en su educación. De 2018 a 2020, más de 18,000 niños migrantes desaparecieron o murieron en Europa, cayendo a menudo en manos de la explotación laboral o sexual. Las peligrosas rutas mediterráneas también subrayan la incapacidad de proporcionar asilo seguro para los niños refugiados.

Establecer rutas de asilo seguras y legales e implementar medidas estrictas contra la trata de personas es crucial.

Estos niños emprenden viajes peligrosos debido a la falta de vías legales de asilo. Una vez en Europa, enfrentan entornos hostiles, condiciones de vida subestándar y acceso limitado a la educación y la atención médica.

La comunidad internacional debe responsabilizar a quienes causan estas crisis. Establecer rutas de asilo seguras y legales e implementar medidas estrictas contra la trata de personas es crucial.

Esfuerzos colaborativos entre países y organizaciones son esenciales para abordar eficazmente estos complejos problemas.

A young boy confronts riot police amidst debris and smoke, highlighting the harsh realities of civil unrest and its impact on children's rights.
Un niño confronta a la policía militar egipcia al sur de la Plaza Tahrir. Foto por Alisdare Hickson (CC-BY-SA).

Los niños siguen siendo uno de los sectores más vulnerables durante los conflictos armados. En Somalia, el reclutamiento de niños por grupos rebeldes y fuerzas estatales es impulsado por la pobreza extrema, la desnutrición y el colapso económico. Estas condiciones obligan a los niños a unirse a grupos armados para obtener seguridad material temporal y un sentido de pertenencia en un entorno devastado por la guerra. La comunidad internacional debe abordar las causas profundas del reclutamiento infantil ofreciendo apoyo económico y oportunidades educativas a los niños vulnerables.

Además, aplicar las leyes internacionales contra el reclutamiento infantil es esencial para proteger a los niños de la explotación como soldados.

Abordar el matrimonio infantil

El matrimonio infantil sigue siendo un problema crítico, con casi 232,000 menores entrando en uniones legalmente reconocidas solo en los Estados Unidos, donde frecuentemente están involucrados hombres mayores. Solo siete Estados en los EE. UU. han establecido la edad mínima para casarse en dieciocho años sin excepciones, dejando a muchos niños susceptibles a matrimonios tempranos y los riesgos de salud asociados, la interrupción de la educación y las consecuencias psicológicas a largo plazo.

Combatir el matrimonio infantil requiere una estrategia integral.

En todo el mundo, aproximadamente nueve millones de niños son forzados a matrimonios, lo que a menudo lleva a la explotación sexual o a condiciones laborales similares a la esclavitud. La práctica del matrimonio infantil es frecuentemente impulsada por tradiciones culturales profundamente arraigadas y presiones económicas, donde las familias casan a sus hijas para aliviar cargas financieras. Tales prácticas son una violación de los derechos de los niños y pueden resultar en una vida de dificultades y explotación.

Combatir el matrimonio infantil requiere una estrategia integral. Los programas que cambian las opiniones culturales y los programas socioeconómicos integrales que se dirigen a los niños de comunidades de bajos ingresos pueden disminuir tales prácticas. Crucial para este esfuerzo es la reforma legal: establecer y hacer cumplir estrictamente una edad mínima de matrimonio de dieciocho años. La ayuda y la presión internacional son vitales para una implementación efectiva.

Evaluar la eficacia de los tratados internacionales de derechos humanos

La eficacia de los tratados internacionales de derechos humanos en mejorar los resultados es un tema de debate continuo. Mientras que convenios como la Convención sobre los Derechos del Niño (CRC) tienen como objetivo promover los derechos humanos, su influencia en el comportamiento de los Estados está determinada por factores domésticos complejos. Algunos académicos sostienen que el derecho internacional de los derechos humanos es a menudo simbólico, sirviendo como un punto de reunión para los activistas en lugar de disuadir directamente las violaciones.

Reconocer las crisis en los derechos de los niños implica identificar violaciones sistémicas y generalizadas que dañan su dignidad y bienestar.

Otros enfatizan la importancia de contextualizar los principios de derechos humanos para obtener mejores resultados. Al incorporar los principios de derechos humanos en contextos locales, estos principios se vuelven más pertinentes y accionables. Esto implica adaptar los programas educativos, los marcos legales y las estrategias de defensa para reflejar las circunstancias culturales, económicas y políticas locales.

Las organizaciones internacionales deben colaborar estrechamente con los gobiernos locales y las organizaciones de la sociedad civil para monitorear y apoyar la implementación de los tratados de derechos humanos. Las evaluaciones periódicas y las iniciativas de creación de capacidades pueden ayudar a asegurar que los acuerdos internacionales resulten en mejoras tangibles en la vida de los niños.

Reconocer y abordar las crisis en los derechos de los niños

Reconocer las crisis en los derechos de los niños implica identificar violaciones sistémicas y generalizadas que dañan su dignidad y bienestar. Una definición integral de crisis la ve como una situación donde los intereses éticos y los compromisos políticos necesitan una intervención transformadora. La crisis de refugiados sirios demuestra cómo las elecciones políticas y el discurso dan forma a las narrativas de crisis, influyendo en las respuestas políticas.

El término “crisis migratoria” a menudo enfatiza la seguridad fronteriza sobre las necesidades humanitarias y los derechos humanos. Abordar tales crisis de manera efectiva requiere un enfoque centrado en los niños que priorice la dignidad y los derechos, reconozca la interconexión de los factores globales y locales, y adopte estrategias holísticas para abordar las causas fundamentales. Las políticas de inmigración de la era Trump en los EE. UU., como la política de “tolerancia cero”, separaron forzosamente a los niños de sus padres en la frontera entre EE. UU. y México, violando sus derechos y bienestar, y ejemplificando la exclusión de los derechos humanos globales.

Reformar las políticas de inmigración es crucial para priorizar los derechos y la dignidad de los niños, poniendo fin a las separaciones familiares, proporcionando condiciones de vida humanas y asegurando el acceso a la representación legal y a servicios de salud mental para los niños migrantes.

Políticas educativas y derechos de los niños

La educación es otra área política clave para el bienestar de los niños, donde el castigo corporal sigue siendo un tema controvertido a nivel mundial. Los países con instituciones democráticas y sistemas legales sólidos son más propensos a prohibir el castigo corporal en las escuelas. La ratificación de la Convención sobre los Derechos del Niño de la ONU se correlaciona con medidas legales aumentadas contra esta práctica, lo que significa cambios sociales y legales. Sin embargo, la aplicación es inconsistente.

A young woman, Malala Yousafzai, wearing a purple headscarf, sits at a microphone. She looks thoughtful and composed, highlighting her role as a prominent advocate for children's rights and education.
Malala Yousafzai, una destacada defensora de los derechos y la educación de los niños, habla en un evento. Foto por Southbank Centre.

Las campañas de defensa y educación son esenciales para cambiar las actitudes sociales. Los responsables de la formulación de políticas deben priorizar los derechos de los niños, asegurando que las escuelas sean seguras y de apoyo. La pandemia de COVID-19 expuso las vulnerabilidades del sector educativo, afectando particularmente los derechos de los niños a la vida, la salud y la seguridad, y permitió que las medidas de mitigación inadecuadas persistieran, afectando más a las clases trabajadoras y a las minorías raciales, lo que requiere políticas interseccionales durante las crisis.

Los gobiernos deben invertir en sistemas educativos resilientes que aseguren el acceso al aprendizaje remoto, apoyen a los maestros, cierren la brecha digital y creen marcos sólidos para proteger los derechos de los niños. Además, la educación integral en sexualidad es esencial para proteger los derechos de los niños, pero las facciones conservadoras y religiosas en países como Colombia han impedido el progreso al etiquetarla como “ideología de género,” obstaculizando los derechos de los niños a la educación y a la protección contra la discriminación y la violencia.

Enmarcar la educación en sexualidad como un derecho fundamental ligado a la salud y el bienestar y colaborar con las comunidades locales y los líderes religiosos para desarrollar programas culturalmente sensibles que respeten los valores locales mientras se promueven los derechos de los niños es crucial.

Conclusión

A pesar de la adopción de la Convención sobre los Derechos del Niño (CRC) hace tres décadas, proteger los derechos de los niños sigue siendo una tarea difícil debido a la interacción de factores locales y globales.

El volumen editado Children’s Rights in Crisis ofrece una plataforma completa y multidisciplinaria para entender estas complejidades, enfatizando la importancia de perspectivas disciplinarias diversas y especificidad geográfica.

El libro destaca la persistencia de las crisis de los derechos de los niños y la necesidad de intervenciones robustas y específicas del contexto para asegurar una vida digna para los niños en todo el mundo. Al reconocer las desigualdades socioeconómicas que sustentan estos desafíos políticos, podemos entender mejor y alcanzar la promesa emancipadora de los derechos de los niños.

El examen de las crisis mencionadas considera sus fundamentos transnacionales y locales, así como los diversos factores – legales, económicos, políticos, sociales y culturales – que han contribuido a su aparición.

Cómo citar este artículo

Regilme, S. S. (2024, 30 de julio). Protección de los derechos de los niños: Un llamado a la acción global. Politics and Rights Review.. https://politicsrights.com/es/llamado-global-accion-derechos-ninos/
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Profesor Asociado de Relaciones Internacionales y Presidente del Programa en el Instituto de Historia de la Universidad de Leiden, se enfoca en las normas internacionales de derechos humanos, la seguridad global y la política exterior de Estados Unidos. Académico holandés con raíces filipinas, se educó en Alemania y en los Estados Unidos. Su investigación, ampliamente publicada, ha recibido reconocimientos como el Premio Cecil B. Currey de 2023 y la Mención Honorífica del Mejor Libro en Derechos Humanos 2023-2024 de la Asociación de Estudios Internacionales. Ha tenido becas de investigación en la Universidad de Yale, el Instituto de Estudios Avanzados de los Países Bajos y el Instituto Max-Planck para el Estudio de la Diversidad Religiosa y Étnica.