Precio del amor: La silenciosa desigualdad de Zimbabwe

En una sociedad que lucha por la igualdad de género, las leyes del precio de la novia en Zimbabue revelan una capa oculta de discriminación sistémica contra las mujeres.

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En Zimbabue, el precio de la novia, comúnmente conocido como "lobola", es un rito cultural celebrado. Sin embargo, las complejidades de esta tradición plantean preguntas éticas y legales profundamente arraigadas en la sociedad.

La práctica del precio de la novia no es simplemente un ritual cultural; está codificada en la ley. En Zimbabue, el derecho consuetudinario, que rige estas prácticas tradicionales, tiene una influencia significativa. No se trata solo del intercambio de dinero o ganado; es un contrato legal que conlleva derechos y obligaciones. Y aquí radica el problema: la ley, tal como está actualmente, permite que el precio de la novia sea reclamado por el esposo si se descubre que la esposa ha sido infiel. Esta disposición no solo es arcaica, sino también profundamente problemática.

Women can be “bought” and “returned” like commodities

¿Por qué? Porque crea un marco legal unilateral que afecta desproporcionadamente a las mujeres. En una sociedad que aboga cada vez más por la igualdad de género, esta ley perpetúa la discriminación sistémica contra las mujeres. Menoscaba su autonomía, las reduce a una forma de propiedad y, lo más importante, les quita su dignidad. Esto no es solo un problema cultural; es una flagrante laguna legal que perpetúa la desigualdad de género. Y como veremos, las ramificaciones de esto son de gran alcance, afectando no solo a las mujeres involucradas, sino a la propia noción de justicia e igualdad en la sociedad.

En Zimbabue, el sistema legal es una combinación de derecho general y derecho consuetudinario, cada uno con su propio conjunto de reglas y regulaciones. El derecho general, influenciado por el derecho romano-holandés y el derecho inglés, no exige un precio de novia para un matrimonio civil. Opera bajo principios que a menudo están más alineados con los estándares internacionales de derechos humanos. Por otro lado, el derecho consuetudinario está profundamente arraigado en prácticas tradicionales y normas culturales. No solo reconoce, sino que también exige el pago de un precio de novia, referido como "consideración" en términos legales.

La ley no solo falla en proteger a las mujeres, sino que activamente contribuye a su subyugación.

El sistema legal dual complica el panorama, permitiendo diferentes juicios para el mismo acto basado en la ley aplicada. El Acta de Matrimonios Consuetudinarios declara explícitamente que un tutor de la mujer debe dar su consentimiento para el matrimonio, y alguien debe pagar una "consideración" para reconocer el matrimonio bajo la ley consuetudinaria. Este respaldo legal otorga un aire de legitimidad al precio de la novia, convirtiéndolo no solo en una práctica cultural, sino también en una obligación legalmente vinculante.

El problema se complica aún más cuando consideramos que esta ley no ofrece una disposición similar para las mujeres. Si un esposo es infiel o abusivo, la esposa no tiene derecho legal para reclamar el precio de la novia ni ninguna otra forma de compensación. Esta omisión flagrante en la ley no solo perpetúa la desigualdad de género, sino que también contraviene la propia constitución de Zimbabue, que aboga por la igualdad de derechos y oportunidades para todos, independientemente del género.

The law, in its current form, fails to protect the rights and dignity of women, essentially making them second-class citizens in matters of marriage and divorce. This isn’t just a legal oversight; it’s a human rights violation that needs urgent redress.

El caso que conmovió a la nación

El caso Mangwende contra Machodo sirve como un ejemplo impactante de cómo la ley puede ser utilizada contra las mujeres. En este caso, una mujer fue encontrada infiel y su esposo buscó reclamar el precio de la novia. El tribunal, citando la ley consuetudinaria, falló a favor del esposo. Esta decisión no solo afectó a la mujer en cuestión; estableció un peligroso precedente para futuros casos.

El fallo envía un mensaje claro: las mujeres pueden ser "compradas" y "devueltas" como si fueran mercancías. Valida la práctica del precio de la novia, reforzando su lugar tanto en la cultura como en la ley. Pero lo que es más preocupante es el efecto dominó que este caso tiene en la sociedad en general. Sirve como un respaldo judicial de una práctica que es fundamentalmente defectuosa y discriminatoria.

La ley proporciona un mecanismo para que los hombres recuperen el precio de la novia si sus esposas son infieles, pero no ofrece un camino similar para las mujeres

Este caso no es un incidente aislado; es sintomático de un problema mayor. Refleja las normas patriarcales profundamente arraigadas que persisten en la sociedad zimbabuense. Estas normas no son solo construcciones sociales; están legitimadas por la ley. Cuando el poder judicial, un pilar de la democracia, respalda tales prácticas discriminatorias, erosiona la misma fundación de la justicia y la igualdad.

The Mangwende v Machodo case serves as a wake-up call. It highlights the urgent need for legal reform to ensure that the law is in sync with the principles of human rights and gender equality. As it stands, the law not only fails to protect women but actively contributes to their subjugation. This is not just a failure of the legal system; it’s a failure of society to protect its most vulnerable members.

La naturaleza unilateral de las leyes del precio de la novia en Zimbabue es más que un problema legal; es una flagrante preocupación por los derechos humanos. La ley proporciona un mecanismo para que los hombres recuperen el precio de la novia si sus esposas son infieles, pero no ofrece un camino similar para las mujeres. Este desequilibrio no es simplemente una omisión; es una construcción deliberada que perpetúa la desigualdad de género.

This legal framework contravenes Zimbabwe’s own constitution, which explicitly advocates for gender equality and the dignity of every individual. It also violates international human rights standards, including the Convention on the Elimination of All Forms of Discrimination Against Women (CEDAW), to which Zimbabwe is a signatory. These international agreements call for the abolition of laws that perpetuate discrimination and inequality, making Zimbabwe’s bride price laws not just a national issue, but a global one.

Young girls come to believe their worth links to their “purity” and obedience, while young boys think they own women in some way.

L'absence de recours juridique correspondant pour les femmes crée un déséquilibre de pouvoir dans les mariages. Elle place les femmes dans une position subordonnée, les rendant vulnérables aux abus émotionnels et même physiques. La loi, en essence, donne aux hommes une forme de contrôle sur leurs épouses, renforçant les normes patriarcales et enracinant encore plus les rôles et stéréotypes de genre.

The implications of this imbalance extend beyond the legal realm into the social and psychological well-being of women. This creates a culture that views women as less valuable, less capable, and less deserving of respect and dignity. This is not just an affront to women; it’s an affront to the principles of justice, equality, and human rights that should form the cornerstone of any democratic society.

Las ramificaciones sociales: Más allá de la sala de justicia

The impact of Zimbabwe’s bride price laws extends beyond legal documents and courtrooms to affect women’s daily lives, social status, financial stability, and emotional health. The possibility of losing the bride price acts as emotional blackmail, trapping women in their own marriages. This fosters a culture of fear and submission, discouraging women from speaking out against wrongs like infidelity or abuse due to potential financial and social consequences.

Esta práctica refuerza los estereotipos de género dañinos y solidifica la idea de que se pueden comprar y devolver mujeres como propiedad. Envía un mensaje perjudicial a las generaciones más jóvenes, influenciando cómo perciben los roles de género y las relaciones. Las niñas llegan a creer que su valor está ligado a su "pureza" y obediencia, mientras que los niños piensan que poseen a las mujeres de alguna manera. Estos estereotipos, una vez interiorizados, son difíciles de desaprender y contribuyen a un ciclo de discriminación que persiste a través de generaciones.

El sistema del precio de la novia en Zimbabue es un vestigio de una época pasada, una práctica que no tiene lugar en una sociedad moderna que aboga por la igualdad de género y los derechos humanos.

Además, el sistema del precio de la novia tiene implicaciones económicas. Las mujeres a menudo se encuentran económicamente dependientes de sus maridos, lo que dificulta abandonar incluso relaciones tóxicas. El sistema legal empeora esta vulnerabilidad económica al no ofrecer salvaguardias financieras para las mujeres si un divorcio conlleva la reclamación del precio de la novia.

The social ramifications of this practice are far-reaching and deeply ingrained in the collective psyche. It’s not just a legal issue but a societal one that requires a multi-faceted approach to address. Legal reform is crucial, but so is societal change. Both must go hand in hand to dismantle the deeply rooted structures that perpetuate gender inequality.

El sistema del precio de la novia en Zimbabue es un vestigio de una época pasada, una práctica que no tiene lugar en una sociedad moderna que aboga por la igualdad de género y los derechos humanos. Ya es hora de un cambio. Necesitamos urgentemente reformas legales para alinear las prácticas consuetudinarias con los valores constitucionales y los estándares internacionales de derechos humanos. La ley no solo debe ser neutral en cuanto al género, sino también promover activamente la igualdad y la dignidad para todos.

Un enfoque práctico para la reforma es considerar la duración y calidad del matrimonio al decidir sobre la devolución del precio de la novia. Si una pareja ha estado junta durante un período significativo, contribuyendo mutuamente a la relación, sería injusto que el hombre reclame el precio de la novia en su totalidad. Esto tomaría en cuenta las inversiones emocionales, financieras y sociales realizadas por ambas partes, proporcionando una solución más equitativa.

La reforma legal, sin embargo, es solo una parte del rompecabezas. Las actitudes sociales también necesitan cambiar. La educación y la sensibilización son clave para desafiar y cambiar las normas culturales profundamente arraigadas. Los líderes comunitarios, organizaciones religiosas e instituciones educativas tienen un papel que desempeñar en esta transformación. Pueden servir como catalizadores del cambio, promoviendo la educación sensible al género y desafiando las normas tradicionales que perpetúan la desigualdad.

Además, las mujeres deben participar activamente en este proceso de reforma. A menudo se margina sus voces en los debates legales y culturales, pero necesitamos escucharlas. Después de todo, son ellas las más afectadas por estas leyes y prácticas discriminatorias.

Un paso hacia la igualdad

El sistema del precio de la novia es un problema complejo que intersecta la ley, la cultura y los derechos. Aunque está profundamente arraigado en Zimbabue, esta práctica alimenta la desigualdad de género y viola los derechos humanos básicos. Las reformas legales y sociales no son solo necesarias; son imperativas para el progreso de una sociedad justa e igualitaria.

The path to gender equality has many obstacles, but fixing the bride price system’s flaws is a crucial step forward.

Adaptado de un artículo académico para una audiencia más amplia, bajo licencia CC BY 4.0

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