Introducción
El año 2024 marca un momento crucial para la democracia mundial. Siendo el mayor ciclo electoral de la historia, casi 3 mil millones de votantes en 60 países han participado en elecciones, influyendo en el futuro de la gobernanza democrática.
Sin embargo, los informes de IDEA Internacional, Freedom House y V-Dem destacan amenazas significativas a la integridad democrática, como el aumento de disputas electorales, la autocratización y las restricciones a las libertades civiles.
Este artículo ofrece un análisis de las tendencias actuales de la democracia global, destacando el impacto de las elecciones y esbozando estrategias para fortalecer las instituciones democráticas en medio del creciente autoritarismo.
Las ideas presentadas aquí se basan en tres informes exhaustivos: El Estado Global de la Democracia 2024, Libertad en el Mundo 2024, y Informe de Democracia 2024, ofreciendo una imagen clara de los desafíos y oportunidades para la democracia este año.
Un empeoramiento del estado de la democracia
El estado global de la democracia se ha deteriorado notablemente en la última década, con descensos significativos en derechos políticos, libertades civiles e integridad electoral. Según Freedom House, 2023 marcó el 18º año consecutivo de disminución de la libertad global, afectando a 52 países, mientras que solo 21 experimentaron mejoras. El análisis de V-Dem corrobora esta tendencia, señalando que desde 2009, más personas viven en regímenes autocráticos que en democracias.
Estos descensos no son meramente numéricos, sino que representan un cambio en las normas políticas, donde los regímenes autocráticos utilizan cada vez más los procesos electorales para legitimar su poder. La erosión de los principios democráticos se ha observado en países de todas las regiones, con una gravedad particular en Europa del Este, Asia del Sur y África Subsahariana.
Las elecciones, fundamentales para la legitimidad democrática, también se han vuelto más disputadas. IDEA Internacional señala que en casi una quinta parte de las elecciones entre 2020 y 2024, los candidatos perdedores rechazaron los resultados, a menudo iniciando desafíos legales. Este patrón socava la confianza pública en los procesos democráticos y fomenta un ciclo de disputa e inestabilidad.
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Además, el descenso en la participación electoral global, que cayó del 65.2 % en 2008 al 55.5 % en 2023, sugiere una creciente apatía y desilusión de los votantes. Este descenso no solo es un signo de fatiga democrática, sino también de potencial inestabilidad, ya que los ciudadanos descontentos pueden recurrir a medios no democráticos para expresar sus quejas.
Elecciones en 2024—Un año de alta apuesta
En 2024, las elecciones se han llevado a cabo en una amplia gama de sistemas políticos, desde democracias consolidadas hasta regímenes híbridos y autocracias. Este año de “súper-ciclo” tiene un inmenso potencial tanto para el cambio positivo como para el retroceso democrático.
Según IDEA Internacional, el "súper-ciclo" se caracteriza no solo por el número de votantes sino también por la diversidad de contextos políticos, desde elecciones competitivas en Brasil hasta entornos más restringidos en países como Camboya y Zimbabue. Como tal, la integridad de estas elecciones es un factor decisivo para reforzar las normas democráticas o acelerar la consolidación autocrática.
Si bien las elecciones ofrecen una oportunidad para que los ciudadanos influyan en los resultados políticos, cada vez están más sujetas a manipulación e interferencia. Freedom House identifica varias formas de manipulación, incluyendo la supresión de votantes, la censura mediática y la violencia.
Por ejemplo, en Ecuador, las organizaciones criminales interrumpieron las elecciones mediante violencia dirigida contra los candidatos, mientras que en Guatemala y Zimbabue, los incumbentes intentaron revertir los resultados electorales a través de medios legales y extralegales. Los datos de V-Dem revelan que en 23 países, la calidad de las elecciones se ha deteriorado, marcando un cambio de competencia justa a procesos disputados. Esta tendencia plantea serios desafíos no solo para países individuales, sino para la democracia global en su conjunto.
Estrategias para proteger la integridad electoral
- Mejorar la supervisión electoral: Desplegar observadores nacionales e internacionales para supervisar los procesos de votación y garantizar la transparencia.
- Promover la educación de los Votantes: Implementar campañas para informar a los ciudadanos sobre los procedimientos de votación, sus derechos y cómo denunciar el fraude.
- Fortalecer las protecciones legales: Garantizar leyes sólidas que penalicen el fraude y la manipulación electoral, apoyando un poder judicial independiente para hacerlas cumplir.
- Aumentar la independencia de los organismos electorales: Establecer organismos de gestión electoral independientes que puedan resistir la presión política y mantener la imparcialidad.
- Fomentar la transparencia digital: Utilizar tecnología para proporcionar informes de resultados en tiempo real y reducir las oportunidades de manipulación.
Autocratización y su impacto en la gobernanza
El cambio global hacia la autocratización ha sido persistente y profundo, con V-Dem identificando a 42 países que actualmente experimentan un declive en la gobernanza democrática. La autocratización a menudo implica el debilitamiento de los controles institucionales, la supresión de la libertad de los medios y la reducción de las libertades civiles.
Según V-Dem, el 71 % de la población mundial ahora reside en regímenes autocráticos, un marcado aumento desde el 48 % de hace una década. Este fenómeno ha sido especialmente pronunciado en países populosos como India, Rusia y Turquía, donde el retroceso democrático afecta a millones de ciudadanos.
El declive de la democracia es a menudo gradual, pero también puede ser repentino, impulsado por líderes políticos que erosionan los límites constitucionales y consolidan el poder. Freedom House destaca los recientes golpes militares en la región del Sahel—específicamente en Burkina Faso, Níger y Sudán—como ejemplos de cambios autocráticos abruptos.
Mientras tanto, países que alguna vez fueron democracias liberales, como Hungría y Polonia, han restringido cada vez más la independencia judicial, han limitado la libertad de prensa y han reducido la actividad de la sociedad civil. Estos desarrollos no solo socavan la gobernanza interna, sino que también contribuyen a una mayor inestabilidad regional, ya que los regímenes autocráticos a menudo adoptan políticas exteriores agresivas para desviar la atención de los problemas internos.
Contramedidas contra la autocratización
- Apoyar a la sociedad civil: Proporcionar financiación y protección legal a ONG y organizaciones de medios que promuevan la transparencia y la rendición de cuentas.
- Fortalecer las salvaguardias institucionales: Reforzar los controles y equilibrios mediante el apoyo a un poder judicial independiente y cuerpos legislativos robustos.
- Promover sanciones internacionales: Utilizar medidas diplomáticas para penalizar a los países que se autocratizan, desalentando acciones similares en otros Estados.
- Fomentar la diplomacia democrática: Establecer coaliciones entre naciones democráticas para apoyar movimientos prodemocráticos y aplicar presión coordinada sobre los regímenes autocráticos.
- Desarrollar programas de resiliencia: Capacitar a funcionarios, periodistas y activistas en seguridad digital y resiliencia organizativa para resistir la represión autocrática.
Dinámicas regionales en el declive de la democracia
Las tendencias democráticas varían significativamente entre las regiones, con algunas áreas mostrando resiliencia y otras enfrentando una autocracia en aumento. América Latina presenta un panorama mixto, con mejoras en Brasil y retrocesos en países como Nicaragua y Guatemala.
Las recientes elecciones en Brasil, que vieron la derrota de un presidente incumbente con una alta participación de votantes, sirven como un modelo de resiliencia democrática, según V-Dem. En contraste, los países más pequeños de la región luchan contra la corrupción arraigada y las instituciones débiles, lo que limita su capacidad de recuperación democrática.
En Europa del Este y Asia Central, el declive de la democracia es particularmente severo. Países como Rusia y Bielorrusia han consolidado el régimen autocrático, suprimiendo a la oposición y controlando las narrativas mediáticas. El retroceso democrático en la región se ve agravado por los conflictos, como en Ucrania y Nagorno-Karabaj, donde la agresión autoritaria socava no solo la gobernanza local sino también la estabilidad regional.
Mientras tanto, el África subsahariana enfrenta sus propios desafíos, con una serie de golpes militares y represión autoritaria que erosiona los avances democráticos logrados en las últimas dos décadas. Freedom House enfatiza que el impacto de estos eventos no se limita a países individuales, sino que afecta a los Estados vecinos al crear un precedente para la toma de poder.
Enfoques para abordar las variaciones regionales
- Intervenciones personalizadas: Diseñar programas específicos para cada región que aborden los factores políticos, culturales y sociales locales que influyen en las tendencias democráticas.
- Mejorar la cooperación regional: Fomentar la colaboración entre los Estados democráticos vecinos para compartir mejores prácticas y responder de manera conjunta a las amenazas autoritarias.
- Promover movimientos de base: Apoyar las iniciativas prodemocráticas locales que involucren directamente a los ciudadanos y fomenten la participación cívica.
- Centrarse en el desarrollo económico: Vincular la ayuda económica a las reformas de gobernanza, incentivando a los países a mantener estándares democráticos.
- Fomentar la transparencia en la gobernanza: Abogar por iniciativas de gobierno abierto que aumenten el acceso público a la información y reduzcan la corrupción.
Conclusión
El estado de la democracia global en 2024 está marcado por desafíos significativos, incluidos disputas electorales, autocratización y disminución de las libertades civiles.
Sin embargo, las elecciones de este año brindan una oportunidad crítica para la renovación democrática, si se gestionan con integridad y transparencia.
Los informes de IDEA Internacional, Freedom House y V-Dem enfatizan la necesidad de intervenciones estratégicas para proteger y promover la democracia.
Fortalecer las instituciones, apoyar a la sociedad civil, y fomentar la cooperación internacional son pasos esenciales para contrarrestar las tendencias autocráticas y construir sistemas democráticos resilientes.
A medida que se desarrollan las elecciones globales, las acciones de los gobiernos, los ciudadanos y las organizaciones internacionales moldearán no solo los resultados de las contiendas individuales sino la trayectoria más amplia de la democracia global.
Referencias
- International IDEA, The Global State of Democracy 2024: Strengthening the Legitimacy of Elections in a Time of Radical Uncertainty.
- Freedom House, Freedom in the World 2024: The Mounting Damage of Flawed Elections and Armed Conflict.
- V-Dem Institute, Democracy Report 2024: Democracy Winning and Losing at the Ballot.